Dormidos encontramos la primera realidad y
siguiendo la luz de adentro despertamos
para amarnos, juntos en la misma senda,
los unos a los otros. Somos de la misma
familia, somos una única luz que en la
amistad encontramos nuestra segunda realidad
ilusoria en donde soñamos moviendo
los ojos. Percibiendo el mundo, sintiendo
su peso, viviendo su belleza por los sentidos,
esperando el momento profundo de conciencia
hasta que el pensamiento nos atrape. Estamos
para cuidarnos y no dejarnos separar por
formas y colores: vamos, sé que vos podés.
Brillemos.

09/03/2020