Como pasar de la puerta de Brandenburgo al Obelisco, de una estación de trenes en horario a no saber cuando pasa el siguiente y de como vivir sin mirar por encima del hombro a una presión continua.
Quizás para mi no son las diferencias, si no las similitudes.
Como encontrar al más confiable amigo, vivir libremente y disfrutar cada asombro como si fuera el primero.
25/06/2014