Si hoy en día tengo un lugar donde escribir, que tiene lineas y todo. ¿Por qué tanto me cuesta?


Tomá agua ni bien se sienta en uno de las incomodas sillas del metro. Luego saca su espejo y empieza a frotarse la cara con una almohadilla. Continua sin darse cuenta de la persona que tiene al lado. El tipo es grandote, casi no entra en la diminuta silla. Viste de negro a excepción de su jean azul. No la mira a ella, que ahora no separa la vista de su celular. Su color violeta la deja bien vestida, con un buzo canguro, también violeta, y una campera de cuero falso; el obligado jean y por encima de una medias grises, una balerinas rosas. Acabamos de pasar St. Lazare y ella sigue ahí. Su acompañante abandono, y yo sigo el mismo camino.

12/04/2012 Yendo al trabajo por la mañana